miércoles, 24 de febrero de 2010

Moros y Cristianos en la calle Elvira (3)


Aquí hay muchos moros y pocos cristianos.
Mi amigo José Luis se enfadaba el otro día cuando le entregaba un funcionari@, una vez más, una reclamación del Ayuntamiento sobre uno de los impuestos a los que debe hacer frente su negocio.
Un poco nervioso le decía: Mire Vd a ese moro de enfrente, ¿y ese otro moro de ahí, acaso cumple con este requisito?.
El funcionari@ decía: ¡Denúnciele Vd!.
Decía José Luis con razón: ¿Y entonces Vd para qué está?. Y la Policía Local ¿para qué está?.
Aquí nos quedamos para analizar esta situación.
No deja de ser sorprendente que para el cumplimiento de la legalidad deba interponerse una denuncia no anónima. El español debe ser quién interponga una denuncia, con su nombre y apellido, contra el moro de turno para que al moro se le exijan todas las Disposiciones legales que pesan sobre su empresa.
Por tener un negocio en la calle Elvira un español debe hacer frente a un puñado de visados, supervisiones, inspecciones y permisos y además jugarse la vida para que la legalidad toque también al vecino marroquí. Digo jugarse la vida porque ya sabemos como se las gastan, pasandote a cuchillo, si les tocas su negocio.
Preguntas obligadas: Los funcionarios ¿para qué están?. La Policía Local ¿para qué está?. ¿Cual es la finalidad de nuestros impuestos?. ¿Es que, acaso, nos estamos dedicando los españoles a ponernos zancadillas unos a otros, mientras la morisma campa a sus anchas en Granada?.
Esto explica meridianamente que los negocios de moros se estén extendiendo como una mancha de aceite por toda esta zona del Albaycín.

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