domingo, 30 de octubre de 2011
¿Educadores u obsesos sexuales?
Hasta ahora, algunos libros de texto y material didáctico de "Educación para
la Ciudadanía" recomendaban páginas de contactos homosexuales y adiestraban
a los niños en toda práctica sexual imaginable.
Esta aberración, que el gobierno se empeña en llamar "formación", más propia
de sexópatas que de educadores, era sólo el principio.
No contentos con la creciente proliferación de abortos y enfermedades
sexuales, que crecen al ritmo al que los menores son instruidos en un sexo
que antes no concebían, ahora, una nueva asignatura se hará presente en los
colegios, y de nada servirá apelar al ideario del centro para escabullirse.
Su finalidad: "incorporar la formación sexual y reproductiva al sistema
educativo".
El Estado "metomentodo" viola de nuevo la intimidad de unos menores, cuya
conciencia sólo sus padres tienen derecho de formar. La sexualidad pertenece
al ámbito personal, afecta a los valores, convicciones y a la libertad
ideológica y de conciencia.
Determinados contenidos de educación sexual impuestos a la fuerza
contraviene la legislación internacional (Declaración Universal de Derechos
Humanos, Convención sobre los Derechos del Niño, Convenio Europeo de
Derechos Humanos, la Constitución Española y la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional y Supremo.).
Por este motivo, son absolutamente ilegales y los padres, con todo derecho,
podrán oponerse a que sus hijos los reciban en los centros educativos. Y los
centros apelar a su ideario para renunciar a semejante imposición.
Pili S Montalbán
Vean todos como del precepto de nuestro sublime Jesús "todo el que escandalizare a uno de estos pequeños más le valdría que le atasen una rueda de molino en la cabeza y le arrojasen al mar" nuestro Gobierno convierte el escándalo en un precepto positivo, un deber y una obligatoriedad.
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