sábado, 21 de agosto de 2010

ESPAÑA Y EL SENTIDO COMÚN

El ambiente político y social de España está caldeado. Problemas muy graves en nuestra economía (más de cuatro millones y medio de parados), en nuestra justicia (Discordias políticas hacia El Tribunal Constitucional, distintas interpretaciones judiciales por ilustres magistrados, memoria histórica etc…) en educación (país con un gran fracaso escolar, informes Pisa, 17 comunidades autónomas, 17 planes de estudios diferentes en la Nación) en asuntos exteriores ( nos aliamos con los más débiles y nos vemos sumidos en cuestiones que nos hacen que seamos el hazmerreír del mundo, ahí está recientemente el asunto de Melilla, por ejemplo)

Mientras nuestros políticos e intelectuales están adormitados y pensando en el pasado, en vez de atajar los problemas de nuestro presente y preparar a las nuevas generaciones para el complicado futuro que se nos presenta con esta crisis.

Nuestra Transición fue una etapa ejemplar en la historia de España. Muchos países del planeta admiraron de forma encomiable este comportamiento de todos los españoles, empeñados en no perder los valores del consenso y de la reconciliación. La concordia que presidió la Constitución de 1978 hizo que todos los españoles trabajásemos juntos y tuviéramos un bienestar social jamás conocido en nuestra historia común. La resolución de la comisión del 20 de noviembre de 2.002, unánimemente aprobada por todos los partidos políticos en el Congreso, dejó clara la voluntad del pueblo que el pasado no sería utilizado como arma política para “revivir viejos rencores, resucitar odios o alentar deseos de revancha.

Todas las atrocidades que se cometieron en esa guerra fratricida, por uno u otro bando y tengo testimonios de personas y familiares que vivieron en ambas zonas de guerra, no se puede utilizar ahora con fines políticos; pasados más de 70 años, para reabrir heridas y dividir de nuevo a los españoles ¡No guardemos rencor! La 2ª República fracasó, dado que sus dirigentes fueron incapaces de evitar una guerra entre hermanos. La memoria histórica está ahí y siempre estará en todos los países del mundo donde ha habido confrontación, guerra y destrucción.

Recordemos que como humanos nos equivocamos y seguiremos equivocándonos, y una parte de nuestra madurez consistirá en aprender de nuestras equivocaciones pasadas y “poner los medios” para que estas no vuelvan a suceder o se repitan en el futuro.

Aprendamos de otros países de nuestro continente que vivieron las atrocidades de las dictaduras del nazismo y del estalinismo, caso de la República Checa, invadida en 1.939 por los alemanes y al finalizar la 2ª Guerra Mundial se convirtió en un Estado socialista alineado con la Unión Soviética. Ellos aceptaron de igual manera, como otros países de su entorno, su historia sus errores y aciertos. No se olvidan de su pasado y aprendieron de él. Mantienen sus monumentos y sus museos de la guerra y no se avergüenzan. Aquí en España queremos destruir todo y revivir el pasado, volviendo a abrir las heridas, que supuestamente debían estar cerradas.

Parece que nos avergonzamos de ser españoles y rechazamos todo nuestro pasado. No hemos sido tan crueles ni tan malos como cuenta la leyenda negra que supuestamente nos atribuyen y que es propiedad de otros países. Si estudiáramos a fondo en todas nuestra Comunidades Autónomas nuestra historia en común, veríamos que España ha sido siempre emprendedora y transmisora de cultura en todo el mundo. No reneguemos, ni rechacemos nuestro pasado. Nuestra historia no se puede borrar porque algunos de nuestros políticos e incluso intelectuales mediocres y oportunistas, quieran eliminarla o cambiarla para constituir grupos aislados y minoritarios de poder político que construyen falsas realidades históricas e intentan ocultar lo que siempre hemos sido.

Aprendamos de Alemania, Estados Unidos o Gran Bretaña, por poner algunos ejemplos; con su madurez, progreso etc.. no renuncian a su historia: 2ª Guerra Mundial, Hitler y el holocausto judío. La esclavitud negra, Hiroshima y Nagasaki. La India y el resto de las colonias en el mundo, represiones y consecuencias; ahí está la Comamwuel .Todos los que cito y muchos países más son respetuosos y están orgullosos de su historia.

Miremos juntos hacia el futuro, hacia el no debilitamiento de nuestra democracia y sus instituciones, estemos pendientes de nuestras muchas necesidades cotidianas y exijamos a nuestros políticos que se preocupen más de lo que nos prometen en las elecciones, acaben por completo con las corruptelas y se olviden de generar problemas con otras cuestiones para distraernos de la realidad; que lo que hacen en general es distanciarnos, desunirnos y enfrentarnos. Enseñemos a nuestra juventud, futuro cercano, a amar la cultura de la lectura a que tomen conciencia por la política y la economía, a que sean honestos y tengan la máxima calidad humana; de esta manera conseguiremos una Nación con paz y prosperidad.



José Ramón Talero Islán

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